Elisabetta Sirani


Nuestra protagonista de esta entrada es Elisabetta Sirani, nacida en 1638. Fue una de las primeras mujeres artistas reconocidas a nivel internacional, aunque su muerte prematura a los 27 años truncó su carrera. Al igual que nuestra protagonista anterior (Artemisa Gentileschi), Sirani también fue hija de un pintor. En concreto, de Guido Reni. Al igual que otras coetáneas suyas, la artista no pudo acudir a una academia para perfeccionar su pintura, sino que tuvo que hacerlo en el taller familiar. Es decir, en casa. 
Sirani se inició en la pintura mediado el siglo XVII gracias al apoyo de su futuro biógrafo, el conde Carlo Cesare Malvasia. Una de sus primeras obras fue  San Jerónimo en el desierto,  expuesto ahora en la Pinacoteca Nazionale de Bolonia. Con 19 años se hizo pintora profesional y más adelante llegó a gestionar el taller familiar. Cuando su padre quedó inválido por la gota ella tuvo que sustentar a sus allegados y produjo con rapidez una ingente cantidad de obras. Su especialidad fueron las pinturas religiosas.
La muerte le llegó en 1665 y fue muy polémica. En primer lugar se pensó que una criada la había envenenado, pero la posterior autopsia reveló que su fallecimiento se debió a varias úlceras en el estómago. Actualmente, los restos de Elisabetta y de su padre reposan juntos, en la Basílica de Santo Domenico de Bolonia.

Algunas de sus obras más destacadas son:



Cleopatra, Instituto Flint de Artes, Michigan.









Y aquí va un vídeo sobre ella:


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